Patrimonio Mundial

La Ciudad Sagrada de Caral-Supe, Patrimonio Mundial

La postulación de la Ciudad Sagrada de Caral-Supe como Patrimonio Mundial fue aprobada por la UNESCO el 28 de junio de 2009. La inscripción del bien en la Lista del Patrimonio Mundial se realizó el 30 de junio de 2009.

En atención a las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, la declaración de la Ciudad Sagrada de Caral-Supe reconoce dos zonas territoriales:

  • Una zona nuclear de 626 hectáreas, que contiene a la Ciudad Sagrada de Caral-Supe, de 66 hectáreas, y que coincide con el área delimitada por la Resolución Directoral Nacional 645/INC del 27 de agosto de 2003.
  • Una zona de amortiguamiento de 14,620 hectáreas, definida como Área de Protección Natural-Cultural, cuyos límites están constituidos por la cadena de cerros que demarcan la cuenca de Supe y conforman la denominada “Zona Capital”.

Los Valores Universales de la Ciudad Sagrada de Caral-Supe

El Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO aprobó la nominación de la Ciudad Sagrada de Caral como Patrimonio Mundial a partir de los criterios II, III y IV, a saber:

(II) Atestigua un intercambio de influencias considerable durante un período concreto o en un área cultural determinada, referente al desarrollo de la arquitectura o la tecnología, de artes monumentales, la planificación de las ciudades o la creación de paisajes.

En la Ciudad Sagrada de Caral se encuentran evidencias sobre el intercambio de bienes, conocimientos e ideología con otras sociedades que poblaron el área Norcentral del Perú, en las regiones de costa, sierra y selva. Hubo una esfera de interacción interregional entre el valle del Santa por el norte y el valle del Chillón por el sur y entre el Océano Pacífico y la Cuenca del Amazonas, en un espacio de 400 por 300 km; durante el período Formativo Inicial (antes Arcaico Tardío, 3000-1800 a. C.). Sin embargo, la forma de organización social y política de estas poblaciones y el nivel de conocimiento alcanzados trascendieron ese espacio y el tiempo; su prestigio las convirtió en modelo. La civilización Caral sentó las bases de las estructuras organizativas, y muchos de los elementos culturales creados en ella serían asumidos y continuados por otras sociedades. Al margen de la diversidad de modos de vida, culturas, lenguas y entidades políticas que existieron en los Andes Centrales, Caral estuvo presente como sustrato durante los siguientes cuatro mil años. Caral-Supe puede ser considerada como cultura matriz o madre, que inició el proceso civilizatorio cultural originario andino, que continuó hasta el Imperio Inca. El registro de información, conocido como “quipu” fue iniciado en Caral y continuó su uso a través del tiempo hasta el Imperio Inca.

(III) Aporta un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida.

La Ciudad Sagrada de Caral es un testimonio excepcional de la civilización Caral, la más antigua de América, desarrollada hace cinco mil años, casi simultáneamente con las de Mesopotamia, Egipto e India. Es un laboratorio único en América por su gran antigüedad, para la investigación sobre la formación del Estado; la forma de vida urbana; la diferenciación y jerarquías sociales, los roles del comercio y la importancia de la religión en la organización social; aspectos que pueden ser comparados con los otros focos civilizatorios de América (formados 1500 años después que Caral) y del mundo, con los cuales fue coetánea.

(IV) Constituye un ejemplo eminente de un tipo de construcción, conjunto arquitectónico, tecnológico o de paisaje ilustrativo de un período o períodos significativos de la historia humana.

Es el asentamiento urbano más antiguo y destacado, por su extensión (66 ha), diseño y construcción planificados y por su complejidad arquitectónica, de todos los identificados en el nuevo continente entre los 3000 y 1800 años antes de nuestra era. Muestra cierto parecido con las ciudades mayas, pero es, por lo menos, 3300 años más antiguo.

Revisa la web oficial de la UNESCO sobre Caral, Patrimonio Mundial de la Humanidad