La protección y defensa de los sitios arqueológicos ubicados en la cuenca de Supe, y aquellos que interviene la ZAC, es un esfuerzo que, dirigido por la jefatura de la ZAC, se desarrolla con la participación de integrantes de las Direcciones de Investigación, Conservación y Puesta en valor de Sitios Arqueológicos, de Análisis de Materiales y Conservación de Objetos, y la Asesoría Legal.
En este sentido, tres son las áreas de acción: el establecimiento de un Plan de Ordenamiento Territorial para la cuenca de Supe, el saneamiento físico-legal de los sitios arqueológicos y la defensa de los sitios arqueológicos frente a las actividades que los ponen en peligro o impactan negativamente en ellos.
Para ordenar el uso del suelo y prevenir la afectación del patrimonio cultural nacional y el entorno natural de la cuenca de Supe, la ZAC/PEACS ha gestionado por varios años la ejecución de un Plan de Ordenamiento Territorial. En el año 2009 se indagó con profesionales de la Universidad Nacional de Ingeniería y a continuación en la Pontificia Universidad Católica del Perú; sin embargo, los costos –entre S/. 600,000 y 300,000– no estuvieron a nuestro alcance. El año 2010 logramos que el Ministerio del Ambiente asuma la ejecución de esta actividad.
En cuanto a la ocupación del valle debe considerarse el hecho que la mayoría de asentamientos –autodenominados centros poblados– es en ciertos casos una pequeña agrupación de pobladores, parientes de los habitantes de centros poblados vecinos y, en algunos casos, pastores trashumantes procedentes. Debe evaluarse la condición de estos asentamientos, pues ocupan sitios arqueológicos o áreas aledañas a estos y van creciendo informalmente. La mayoría de centros poblados carece de los servicios básicos, por lo que debe tenerse especial cuidado en exigir el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA), para que las instalaciones no afecten al patrimonio cultural y natural de la cuenca de Supe.