Valor de Barranca: Desembarco en Supe

La destacada arqueóloga Ruth Shady persigue un nuevo proyecto: la rehabilitación de las casonas históricas de Supe Puerto, un lugar vinculado por tradición a personajes como Arguedas y Banchero.

El centro histórico de Supe Puerto comprende casonas del siglo XIX e inicios del XX que deben ser restauradas para darles uso social, como en otras partes del mundo, sostuvo la arqueóloga Ruth Shady. “Tenemos en Supe Puerto alrededor de 20 casas históricas que queremos recuperar para que el centro histórico pueda convertirse en turístico, en beneicio de la población de la zona, que debe identiicarse con este patrimonio para que aprenda a protegerlo”, declaró Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora N° 03 del Ministerio de Cultural, a la agencia Andina.

Gran centro cultural

Ruth Shady recordó que cerca del puerto se ubica la hacienda San Nicolás, latifundio azucarero construido en 1893, propiedad de la familia Brescia Caferatta, que con la reforma agraria pasó a poder de una cooperativa agraria de producción. “Este inmueble, que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1974, se ha ido deteriorando y por ello se han ido llevando la madera de pino oregón traído del extranjero. Deseamos convertirlo en sede del Gran Centro Cultural y de Desarrollo Social”, anotó la experta.

Arguedas y Banchero

Arguedas y Banchero En esa línea, Shady destacó la necesidad de recuperar la casa de José María Arguedas –actualmente descuidada y alquilada–, con el objetivo de convertirla en un museo dedicado a este insigne literato y gran pensador. “Lamentablemente, no se logró que sea designada patrimonio nacional, bajo el argumento de que se trata de una propiedad privada”, advirtió.

La arqueóloga recordó también que en Supe está Riqueza. El legado arquitectónico que se conserva en Supe Puerto es suficiente motivo para visitarlo, aseguran sus promotores. la casa del empresario Luis Banchero Rossi, uno de los principales impulsores de la industria pesquera peruana.En dicha casona puede instalarse un museo de la historia de la pesca, desde la época de la civilización Caral, cuando se consumía anchoveta deshidratada que, por poseer omega 3, era un alimento básico en la nutrición de los pobladores. El pescado llegaba no solo a la Costa sino también a la Sierra y la Selva, como lo ha identiicado la arqueología. Shady señaló que ha solicitado el inmueble a la Marina de Guerra, a cargo de la propiedad, pero piden otro a cambio.

Los promotores siguen buscando recursos para dichas iniciativas. Shady comentó que un arquitecto canadiense, amigo del ingeniero Carlos Amat y León, quedó impresionado por el centro histórico y ha regresado este año para identificar las casas históricas. “Sería importante que el Estado lo considere para que, en obras por impuestos, se promueva que la empresa privada invierta en patrimonio cultural”, manifestó.

Fuente: Agencia Andina

Fecha de publicación: 04/05/2016