Celebran los 20 años del hallazgo de Caral

El equipo de investigadores que descubrió la civilización de Caral, considerada hasta ahora la más antigua de América, celebra el vigésimo aniversario de su hallazgo en el valle del río Supe.
La celebración comenzó el viernes por la noche con la iluminación de los edificios piramidales de Caral, cuya cultura se desarrolló en la costa central del Perú entre los años 3000 y 1800 a.C., de manera contemporánea a Egipto, Mesopotamia y China, y los festejos continuaron ayer con el anuncio de los últimos descubrimientos.

HALLAZGOS: Entre las últimas novedades destaca la constatación de que Caral entró en decadencia a causa de una prolongada sequía de entre 65 y 130 años, que limitó sus recursos y que, según la doctora Ruth Shady, directora del complejo arquitectónico, sirve como enseñanza en la actualidad para afrontar el cambio climático.

«Ahora nosotros pensamos que el cambio climático será pasajero y que tenemos todo el conocimiento para poderlo mitigar y seguir viviendo, pero en Caral vemos que los cambios climáticos han sido muy fuertes, y que requieren respeto y armonía con el medio ambiente, como practicaba esta sociedad ancestral», explicó Shady.

ESTRUCTURA: Los trabajos arqueológicos se centran en once centros urbanos de los 25 asentamientos con arquitectura monumental que se han hallado en el valle del río Supe en estos 20 años, «y en ellos hay manantiales denominados puquios» que aprovechaban el agua subterránea para regar los cultivos cuando faltaba agua en el río.

La investigadora también contó que los edificios están adaptados para soportar terremotos, con una tecnología resistente que ahora aplicarán ingenieros japoneses en nuevas construcciones que se realicen en territorio nipón, «5000 años después de que lo ideara Caral».

Ruth Shady también destacó que el idioma quechua fue asumido por los incas a partir de la cultura Caral, pues encontraron que esta lengua «tenía una gran extensión en el territorio y la podían utilizar como lengua franca para relacionarse entre naciones diferentes».

«En Caral había una organización social compleja, con especialistas que se dedicaban a observar el movimiento astral para controlar y mitigar los cambios climáticos, y a estudiar el paso del tiempo para tener un calendario», añadió.

«Además, existía una equidad de género, ya que la mujer tenía un rol muy importante en la sociedad. Tenía complementariedad con el hombre en ejercer posiciones sociales de prestigio y de poder», concluyó. (Correo)