La agricultura fue una innovación tecnológica que aprovechó el potencial combinado de la tierra, el agua y el medio ambiente para producir vegetales que pueden almacenarse; proporciona ventajas sobre la caza y recolecta de plantas nativas.
Su práctica intensiva, en el valle de Supe, benefició a los pobladores porque les permitió obtener fibras de algodón en gran escala y otros productos en cantidades mayores a las necesidades de su consumo, que fueron destinadas al comercio. |
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Las investigaciones arqueológicas en los asentamientos de la “zona capital” y Áspero indican que los habitantes del litoral y del valle sostuvieron un intercambio permanente de productos. Prueba este comercio local el consumo de ingentes cantidades de pescados y moluscos en los asentamientos del valle como Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi, así como el uso de algodón y mates, además de zapallo, achira, mate, guayaba y pacae, entre otros, en el asentamiento del litoral. Con el algodón se hicieron cordeles, redes de pescar, ropa, y con los mates, flotadores. Estos materiales mejoraron la tecnología pesquera y optimizaron su producción |