Viaje al pasado y conozca el sitio arqueológico de Áspero, en Puerto Supe (Barranca, Lima), que este fin de semana celebrará el undécimo aniversario de su puesta en valor.
Un mal recuerdo. Toneladas de basura y desmonte cubrían un amplio territorio de Supe Puerto (Barranca). A nadie le importaba ese pedazo de tierra convertido en botadero; nadie imaginaba que debajo de esos desechos hediondos, se escondía una urbe milenaria, una ciudad erigida hace 5 000 años, como lo demostrarían -y lo siguen demostrando- las investigaciones arqueológicas lideradas por Ruth Shady.Atrás quedó ese triste episodio. La página se volteó para dar paso a una gran historia que, poco a poco, iría revelando los misterios de Áspero, un complejo de más de 18 hectáreas que, hace 11 años, cambiaría la visión del desarrollo cultural del Perú antiguo.Y es que por su estratégica ubicación, los antiguos pobladores desarrollaron técnicas de ciencia y tecnología para la creación de instrumentos de pesca. “La cercanía al mar permitió el intenso aprovechamiento de pescados y mariscos”, explica el arqueólogo David Palomino, jefe de la Zona Arqueológica Caral (ZAC)–sede Áspero.Es así que Áspero se convirtió en el principal punto pesquero de la Ciudad Sagrada de Caral. Aquí, anchovetas, sardinas, choros, almejas, lapas, entre otras especies marinas, eran capturadas para la alimentación de los propios pobladores y el intercambio con los vecinos de los otros asentamientos del valle.Otro aspecto resaltante es su monumental arquitectura. La ciudad presenta más de 30 edificios y zonas residenciales. Algunos de las plataformas piramidales tiene una plaza circular y, para llegar a su punto más alto, hay que superar varios escalones. “Huaca Alta, de los Ídolos, de los Sacrificios y de las Flautas son las que más destacan”, puntualiza David Palomino.
En esos recintos dedicados al culto y a la administración se encontraron estatuillas de barro, flautas traversas hechas con huesos de aves, mates, ornamentaría (collares de spondylus y tocados), ajuares fúnebres y objetos de uso cotidiano de los primeros pescadores de Puerto Supe.
El dato
El pasado 20 de abril en el auditorio Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional del Perú (San Borja), los profesionales de la Zona Arqueológica Caral (ZAC)–Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura informaron el hallazgo del cuerpo momificado de una mujer y ocho piezas musicales.