Ruth Shady Solís: «“Para ser feliz, una mujer debe realizarse”»

Según la arqueóloga y antropóloga, Ruth Shady Solís, a nivel profesional no deben existir límites ni prejuicios

Fomentar la participación de la mujer en la producción científica es una tarea compleja. Más aún en el Perú, donde su principal labor sigue estando relacionada a la vida familiar. Sin embargo, la arqueóloga y antropóloga Ruth Shady Solís ha asumido este reto con el mismo ímpetu que la llevó a descubrir la ciudad más antigua de América: Caral.

¿Por qué “Mujeres por la ciencia” es un punto focal prioritario de la Academia Nacional de Ciencias (ANC)?

La Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS), a la cual pertenece la ANC, determinó que era necesario promover el rol de la mujer en la ciencia debido a la poca participación existente. Por eso se decidió poner este punto focal y designar a una mujer científica para que cumpla esta labor. En el caso peruano, la ANC decidió elegirme a mí.

Para cumplir con dicha misión, organizó el Primer Taller Nacional de Mujeres Científicas. ¿Cómo nació la idea?

Al asumir el cargo, asistí a dos reuniones importantes: una en Chile y otra en Canadá. En esta última, presenté los resultados de un diagnóstico que hicimos sobre la situación de la mujer en el Perú y a partir de ello decidimos realizar el taller.

¿Cuál fue el principal resultado del diagnóstico?

Que las mujeres peruanas llegan a ser profesionales, pero muy pocas hacen un estudio de posgrado. Una vez que terminan sus carreras se casan y se dedican a la familia. No avanzan más. Esta realidad es totalmente distinta a épocas antiguas. En nuestras sociedades ancestrales, la mujer tenía un importante rol.

¿En qué época cambia ese panorama?

En el Virreinato. En esa época, su función estaba relacionada a la vida social y familiar. La Independencia y la República no cambiaron esa realidad.

¿Qué se logró con el taller?

Identificar a 183 mujeres científicas de todas partes del país, quienes han podido relacionarse, conocer sus investigaciones y trabajar juntas.

¿Qué acciones se plantearon para promover la participación de la mujer en la ciencia?

Fueron cinco. Entre ellas: elaborar un boletín digital, identificar a las mujeres emblemáticas de cada ciudad del Perú, difundir sus aportes, hacer un diagnóstico en cada región y organizar eventos.

¿Sigue siendo difícil para las mujeres consolidar una carrera científica en el país?

Las condiciones han mejorado, pero hay que diferenciar entre el área rural y el área urbana, lamentablemente. El Perú no tiene un desarrollo armonioso y, por ende, no existen las mismas oportunidades para todos.

A lo largo de su trayectoria, ¿ha tenido barreras por el hecho de ser mujer?

Muchas. Para empezar, éramos dos mujeres las que estudiábamos arqueología. Al querer hacer mis prácticas profesionales en Chota, tuve que pedirle a mi profesor que hablara con mis padres y me dejasen ir. Luego como profesional he tenido que soportar burlas, bromas e indirectas, sobre todo en el área rural. Allí, en pleno siglo XXI, hay hombres que no les dan permiso a sus esposas para trabajar. Por otro lado, siempre ha existido rechazo al hecho de que una mujer dirija un grupo.

¿Existe un camino para cambiar esas mentalidades?

El cambio debe darse en la educación. Desde el colegio se le debe dar a la mujer la seguridad de poder realizar sus sueños. Para ser feliz, una debe realizarse, no ponerse límites y hacer aquello que le gusta.

Hoy en día, la palabra realizarse implica para muchas mujeres tener una familia…

Sí, pero yo me refiero a nivel profesional. Creo que es una frustración no poder desenvolverse en el campo escogido.

Fuente: (Diario Correo)

Fecha de publicación: 11/03/2015